La batalla de Noboa contra Abad empieza a terminar

Todavía no es claro qué originó la disputa entre Noboa y Abad. Lo que sí es evidente es que el presidente, en teoría, logró destituir a su vicepresidenta.

Según la Constitución, la única forma de destituir a un presidente o vicepresidente es a través de un juicio político. Sin embargo, el Gobierno encontró la forma de sortear la Carta Magna. 

¿Cómo logró el gobierno anular a su vicepresidenta?

Una de las varias acciones emprendidas contra Abad fue una denuncia por violencia política de género, presentada por la canciller Gabriela Sommerfeld.

La demanda fue presentada hace seis meses ante el Tribunal Contencioso Electoral (TCE). Tras la investigación, Abad fue hallada culpable.

El Tribunal resolvió sancionarla con la pérdida de sus derechos políticos por dos años y una multa de 14.100 dólares. La sentencia entrará en ejecución probablemente este lunes próximo.

Analistas consideran que las razones del TCE para determinar que Abad ejerció violencia política contra Sommerfield son injustificables.

Uno de los argumentos fue que Abad llamó “sorda” a la canciller, lo que supuestamente la impediría ejercer sus funciones.

Extracto de la sentencia emitida por el TCE el 27 de febrero 2025.

Perdidos sus derechos políticos, Abad quedaría impedida para ejercer su cargo, lo que da paso a ser declarada ausente y ser reemplazada.

El camino legal más próximo para evitar su destitución es la Corte Constitucional, pero su fallo llegaría después de la segunda vuelta, cuando Noboa ya no necesite encargar la presidencia.

“Hoy ya estamos en campaña, por más que algunos no quieran que yo salga a territorio o que quieran que le encargue el cargo de presidente a una traidora que ya está destituida, por si acaso” afirmó el presidente Daniel Noboa durante un mitin político en Manabí el 26 de marzo.

Noboa ya busca reemplazo

Pese a que Noboa se negó inicialmente a pedir licencia para hacer campaña, se ha visto obligado a encargar su puesto por horas. Para está segunda vuelta, la situación no será distinta.

El ministro José de la Gasca dio más luces sobre el tema durante una entrevista el Radio Centro, «si el presidente me confía no tendría problema. En más de una ocasión he estado al frente, cuando se me ha llamado».

No es la primera vez que el TCE enfrenta críticas. En los últimos meses, sus fallos han mostrado una tendencia a favorecer al gobierno.

Incluso, uno de sus jueces es cuestionado por tener una hija en un alto cargo de ADN.

El constitucionalista, André Benavides, sostuvo para CNN que, “más allá del personaje, este fallo abre la puerta para que mañana el TCE, tapiñadamente (de forma oculta), pueda tumbarse presidentes y vicepresidentes de la República”.

Así, la batalla política entre Abad y Noboa parece tener un ganador, mientras la gran perdedora vuelve a ser la institucionalidad del país.